

“Conflictos en familia: de la confrontación al crecimiento”

Daniela Foster Muñoz
Orientadora Familiar
orientacoachlife@gmail.com
La vida no siempre avisa y muchas veces nos enfrenta a la incertidumbre. Nuestro cerebro busca solo sobrevivir, pero nosotros podemos aprender a vivir mejor, fortaleciendo nuestra calidad de vida y nuestras relaciones.
Los conflictos existen en todos los hogares y se manifiestan de distintas maneras. A veces se trata de algo pequeño, como elegir qué canal de televisión ver, y otras veces son situaciones más complejas, como una discusión de pareja. El asunto no es si habrá o no conflictos, sino cómo diferenciarlos y encontrar caminos para resolverlos.
El primer paso es reconocer que hay un conflicto. Muchas veces lo negamos o lo minimizamos, y eso solo lo agranda. Una vez identificado, lo esencial es tener la voluntad de solucionarlo, es decir, el deseo genuino de cuidar la relación más allá de “tener la razón”.
¿Cómo hacerlo en casa, sin las herramientas de un profesional? Lo primero es controlar la emoción de la rabia. Cuando dejamos que esta nos domine, no es posible dialogar. En cambio, si logramos bajar la intensidad, podemos abrir un espacio de conversación. La escucha activa y el uso de frases en primera persona —“yo me siento…”—, en lugar de acusaciones como “tú siempre…” o “tú nunca…”, marcan una gran diferencia. Resolver un conflicto no significa eliminar las diferencias, sino aprender a convivir con ellas sin dañar el vínculo. Cuando en familia nos damos el tiempo para hablar, escuchar y llegar a acuerdos, descubrimos que los conflictos, lejos de ser un obstáculo, pueden convertirse en una oportunidad para crecer juntos.
En la orientación familiar nos centramos en las relaciones humanas y familiares, identificando los conflictos que pueden afectar la convivencia. Nuestro rol es ser un puente dentro de la familia, mostrando los problemas de manera clara para poder resolverlos o transformarlos. El objetivo es promover un crecimiento sano de cada individuo dentro del núcleo familiar, fortaleciendo los vínculos y la armonía entre sus miembros.
Soy Orientadora Familiar con mención en Relaciones Humanas de la Universidad de Los Lagos, especializada en Bioneuroemoción y Naturopatía. Mi vocación es acompañar a las familias en sus desafíos cotidianos, entregando recursos simples y útiles que ayuden a mejorar la convivencia.
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