Padre de Valentina Maureira no baja los brazos y entrega carta n° 34 al presidente Boric para avanzar en las tareas encomendadas por su hija

A pesar de la frustración por las tareas encomendadas por su hija Valentina, fallecida hace diez años a causa de una Fibrosis Quística, cuyo caso conmocionó a nivel nacional, luego que la adolescente solicitara a la entonces presidenta Bachelet la eutanasia, su padre, Freddy Maureira, continúa su lucha por cumplir.

Esta semana ingresó una nueva carta dirigida al presidente Gabriel Boric, dando a conocer las tareas encomendadas por su hija, en cuanto a la creación de casas de acogida para familias de niños con enfermedades raras o terminales, junto con fortalecer las políticas públicas en beneficio de quienes padecen este tipo de padecimientos y sus familias.

En conversación con Radio Sombras de Melipilla (107.9), Maureira dio a conocer en qué se encuentra y cómo seguirá hasta cumplir el compromiso adquirido con su hija.

“Las tareas que me dejó Valentina me dejaron con energía para seguir y cumplirlas, como seguir ayudando a la gente, y eso lo he mantenido durante los últimos 10 años, y he podido ayudar a más de 700 familias que están pasando lo que yo viví, asesorándolos y enseñándoles lo que aprendí desde cero”, indicó.

CARTAS A BORIC

Con el objetivo de impulsar medidas que vayan en beneficio de familias con enfermedades raras, Freddy ha solicitado en reiteradas oportunidades poder reunirse con el Presidente de la República, Gabriel Boric. A pesar de lo múltiples acercamientos con autoridades oficialistas y cercanas al mandatario, ese encuentro aún no se ha concretado.

“Yo lo único que quiero es hablar con el Presidente y preguntarle si me va a ayudar o no. Con cualquiera que sea su respuesta, me quedo tranquilo. De los presidentes, el único que me contestaba el teléfono y que incluso estuvo en uno de los cumpleaños de Valentina, fue el presidente Piñera, siempre me recibía y apoyaba en la parte social”, agregó.

En cuanto a los objetivos a concretar, sea como sea, y que fueron tareas encomendadas por su hija antes de morir están: organizar una corrida por la donación de órganos, una película con su vida, la publicación de un libro, y casas de acogida en los hospitales para las familias de niños y niñas enfermos.