
Valores superiores
Nelson Retamales Tirado
La libertad, la igualdad, la justicia y, el pluralismo, forman el núcleo básico e informador de nuestro sistema político-jurídico y debieran representar los valores superiores de nuestro ordenamiento. Todo acompañado de dignidad humana que es un principio que recoge nuestra propia Constitución en su artículo 1º: “Las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos” y, en ella, se fundamentan derechos tales como la seguridad y las ya nombradas igualdad y libertad que garantizan el reconocimiento y protección de derechos y libertades y, como fin, impide que las personas sean objeto del poder del Estado que degrade sus cualidades de ser humano y permite que se reafirmen las relaciones sociales y la autonomía personal.
El pluralismo político pone de manifiesto la libertad ideológica y de pensamiento de los ciudadanos, algo que no conocen -porque no se les permite- los habitantes de los países sometidos a totalitarismos, alguno mal disfrazados de democracia, como Venezuela o Cuba, en nuestra región.
Pero más allá de nuestro ordenamiento, que rige nuestra actuar colectivo, encontramos los valores personales y muchos de ellos, se consideran, también, superiores, y entre ellos están los ya vistos, agrupados en los valores cívicos, pero también otros, de diversa clasificación, entre los cuales se pueden destacar la responsabilidad, la honestidad, el compromiso, la integridad en el actuar, la lealtad, la confianza, la solidaridad, el sacrificio y, en fin, tantos otros.
En Chile, algunos de los actuales gobernantes, mal entendiendo o tergiversando conceptos, han dicho que son superiores en valores, al menos, de aquellos que gobernaron los últimos 30 años pero no reconocen que, pese a su inferioridad, nos legaron un país equilibrado, sin deudas mayores, sin tanto campamento y con una situación económica que era envidia de Latinoamérica y muchos otros países del mundo.
Los de ahora, Llegaron prometiendo una educación gratuita y de calidad y fin al CAE y, en cuatro años, han hecho que Chile retroceda en el ranking mundial y se han nivelado negativamente los liceos emblemáticos, lo que poco les ha importado, pero han puesto todo su empeño -sin lograr frutos, felizmente- en el aborto libre, sólo para satisfacer a una minoría y, pese a los reiterados rechazos, sigue insistiendo.
Esta gente, realmente se considera superior, y tal vez lo sea -pero lo disimulan con bastante éxito- y no pierden oportunidad para demostrarlo, como el caso de la venta de la casa de Salvador Allende, que fue un ridículo fenomenal -con 17 abogados asesorando el tema- y, finalmente, sacrificaron dos ministras de Estado y una senadora de larga trayectoria, todas, también debidamente asesoradas por expertos pagados por el Estado.
Un soldado que le dio mucho a la Patria, como el general Baquedano -tan resistido por la izquierda- ¿habrá tenido valores? La respuesta es obvia.
Todos tenemos valores, unos más aceptables que otros, pero creerse superior, es ser, simplemente, enfermo de la cabeza y, lo malo, es que a veces asumen cargos que sí son superiores porque afectan a muchos.
Deja una respuesta