Persistencia

Nelson Retamales Tirado

            Dicen que la persistencia es la clave del éxito en la vida y en lograr objetivos normalmente esquivos. En lenguaje coloquial chileno, se diría que, el que la sigue la consigue, ya que normalmente, el que se mantiene constante y no se rinde, alcanza normalmente su objetivo.

            La candidata comunista, que busca darle continuidad al gobierno de la izquierda radical representada por los comunistas, frenteamplistas, además del Socialismo Democrático, con la intención de incorporar en su programa el aborto total, ha hecho un pacto de convivencia con la Democracia Cristiana la que, por razones doctrinarias, debieran oponerse a tan horrendo crimen.

La izquierda radical, la misma que se opone a la pena de muerte para quienes cometen delitos horrendos y lucha por encontrar fallecidos en regímenes contrarios -lo que está bien- no tiene la capacidad de recordar los miles de caídos en el paredón de Fidel Castro o en la ex Alemania Democrática de Honecker o, según la Fiscalía chilena, la reciente ejecución por mandato del régimen de Maduro del opositor teniente Ojeda, en nuestro propio territorio, entre muchos otros crímenes cometidos por el régimen bolivariano y quizás cuántos más en los pocos países que siguen su doctrina.

            La DC “se entregó” -una vez más- para incorporar la propuesta del aborto al programa de Jara, pero se reservó el derecho a no dar órdenes de partido para que su militantes -los pocos que van quedando- no se sientan obligados, tal vez para tranquilizar su conciencia al estar actuando en contra de sus postulados, hecho que los tiene al borde de la desaparición.

            La orden de partido es lo mismo que la obligación de votar sin multas, o sea, es inefectiva pues en el secreto de la urna, todo ciudadano puede votar como le plazca sin tener que darle cuenta a nadie -excepto a su conciencia- y deja al desnudo el doble estándar de los democristianos.

Pero en cuanto a quienes deban votar en el parlamento, estos estarán sujetos, si no a órdenes de partido, sí a una intensa presión, pero todo lo que ocurra es ciencia ficción pues, tal como lo he escrito reiteradamente en esta misma columna, la señora Jara no tiene ninguna posibilidad de poner en marcha su programa presidencial porque, simplemente, no va a ganar la presidencia y cumplida que sea la segunda vuelta -que parece inevitable- desaparecerá la coalición, junto con los programas y los pactos de convivencia y, no sería extraño que, también algún partido político.

Por ello pienso que, más que un pacto por convivencia, para la Democracia Cristiana es un Pacto por Conveniencia, más exactamente, por su amagada existencia, de supervivencia y, para el Partido Comunista, es un pacto que le da piso a su programa y expone la ingenuidad de la DC.