
Ganaremos, perderemos, pero,

Por Nelson Retamales Tirado
En los vibrantes clásicos de fútbol entre el Liceo Mixto Fiscal -que nació como Liceo de Niñas de Melipilla -aunque había hombres y no se nos exigía cambio de sexo, ni lenguaje inclusivo, ni igualdad de género-, hoy Liceo Hermanos Sotomayor Baeza, en contra la Escuela Industrial -antes Escuela de Artesanos y hoy, Liceo Politécnico de Melipilla- nacía espontáneo el grito “ganaremos, perderemos, pero no nos picaremos”, en alusión que era una fiesta deportiva que se desarrollaba en el Estadio Municipal Roberto Bravo Santibáñez, ante dos mil o más estudiantes de ambos establecimientos y no pocos curiosos que iban a disfrutar del buen fútbol, porque ambos establecimientos educacionales tenían buenos jugadores, muchos de los cuales, llegaron al fútbol grande.
Hoy no tenemos estadio por culpa de varios actores que, felizmente ya pasaron, hundidos en su incapacidad de gestión, pero, tal y como en las campañas políticas, podría decir, “se siente, se siente, ya tendremos estadio”. No rima, y don Arnoldo Madariaga, Tesoro Vivo de la Humanidad, me reprendería por no ser capaz, siquiera, de armar una cuarteta, menos una décima espinela, pero responde al anhelo de toda una comunidad y que, esperanzada en la gestión de nuestra alcaldesa Paula Gárate -que sin duda ha marcado diferencia respecto de los anteriores- debiera obtenerse resultados positivos, no solo para que tengamos un estadio para el fútbol, especialmente Deportes Melipilla que, esperamos, supere el mal momento que vive, sino que, para las actividades de todo ámbito deportivo, especialmente, las atléticas de nuestros educandos.
¡Bah, que raro! Hoy no hablaré de política -cuya, creo, es una de mis habilidades-, pero lo hago por respeto al día eleccionario que vivimos y en el cual, cada uno votará conforme a su conciencia -jamás inducido por un tercero, espero, pues pasaría a ser un simple borrego- y ojalá que, tampoco, apegado a una doctrina que, cualquiera de los sectores en competencia, repite como un mantra, sin analizar el contenido y arriesgando su libertad de pensamiento y peor, el estilo de sociedad que quiere para su descendencia.
Ayer escribí en el WhatsApp del Deportivo Ignacio Serrano, “Como dijo el gran Leonel “que gane el más mejor” o si prefieren, “el menos peor”, pero debemos cumplir con nuestro deber cívico para no culpar a otros, de nuestra desidia (y ahorrarnos la multa). Al votar, nos encerramos en una cabina secreta, sólo con nuestra conciencia, nuestros principios y creencias y, pensando en quienes nos sucederán.”
Lamento no darles hoy, motivos a quienes no respetan el pensamiento ajeno y se creen dueños de una verdad torcida, para que me ataquen en las redes, cuestión que me alienta a seguir por el buen camino.
Debemos respetar a quien gane legítimamente y recuperar la capacidad de manifestarnos pacíficamente, como siempre ha sido, pues la destrucción, como la que tuvimos no ha mucho, perjudicó a la ciudadanía toda y si, con esa excusa aparecen turbas de violentos delincuentes, que no buscan la reivindicación social, sino el caos, cualquiera que gane, sea capaz de brindar la seguridad ofrecida usando todas las armas que otorga nuestra ley y, sin tener que pedirle permiso a su partido político.
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