

Villa Alhué, 1962.
La tranquila fisonomía de la Villa de Alhué a inicios de la década de 1960. Sus calles de tierra, las casas de adobe con techos de teja y el imponente marco cordillerano dan cuenta de la identidad rural de la comuna.
La vida cotidiana transcurría entre la agricultura, la crianza de animales y la fuerte vida comunitaria que caracterizaba a los pueblos interiores de la Región Metropolitana. La plaza y la iglesia eran el centro de la vida social, mientras que las calles eran escenario de encuentros vecinales y de la actividad comercial local.
La postal permite reconocer cómo, pese al paso del tiempo, Alhué ha mantenido gran parte de sus tradiciones y su vínculo con el entorno natural, consolidando un patrimonio cultural y arquitectónico que aún se conserva en la memoria colectiva de sus habitantes.
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