

Niña en el Pueblito de Pomaire, año 1958.
La imagen de esta niña en Pomaire, tomada en 1958, refleja la esencia de un pueblo que ya era reconocido por su tradición alfarera y su vida sencilla ligada al campo. En esos años, Pomaire mantenía calles de tierra, casas de adobe y talleres familiares donde el oficio de la greda se transmitía de generación en generación.
La infancia en pueblos rurales como este estaba marcada por la cercanía comunitaria, los juegos en la calle y la participación en las labores familiares. Los pies descalzos de la niña y la jarra de greda a su lado son un retrato de aquella vida humilde y austera, en la que lo cotidiano estaba profundamente vinculado a la tierra y al trabajo campesino.
Hoy, Pomaire sigue siendo un referente del patrimonio cultural de la Provincia de Melipilla, y esta fotografía nos transporta a un tiempo en que la simpleza y la tradición daban forma a la vida diaria.
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