

La eterna lucha de Joe Abrigo para no desenfocarse del fútbol: «Mi mamá está privada de libertad»
El actual volante de Palestino, Joe Abrigo, se ha tomado las redes sociales de varios fanáticos del fútbol en las últimas horas tras dar testimonio de su eterna lucha para mantenerse en el deporte pese a un fuerte drama familiar.
“La delincuencia ha estado en mi familia desde que me acuerdo”, contó el propio jugador en el programa ‘Te quiero ver’, de TNT Sports, agregando que le tocó vivir “cosas feas” por acciones de “mi abuelo por parte de mamá, mis tíos, mi hermano chico, mi mamá, y por mi familia en general”.
Abrigo rememoró en el espacio su difícil adolescencia y juventud, en la que debió luchar para no abandonar el deporte en varias oportunidades.
“Un día que tenía que ir a la selección chilena juvenil, que te levanten a las cuatro de la mañana la policía, todos encapuchados, y te apunten en la cabeza preguntando dónde está tu mamá (…) fue algo muy fuerte para mí”, recordó.
“Mi mamá siempre ha sido una luchadora de la vida. Me tuvo muy joven, a los 14, 15 años, y a mi hermano lo tuvo a los 19. Entonces, mi mamá siempre ha sido una luchadora. En estos momentos no está como me gustaría, no está en un lugar que me gustaría. Está privada de libertad en este momento, y son cosas que no quiero que ella pase, pero que al final son decisiones de ella, de su vida, y yo no puedo tomar decisiones por ella”, profundizó, haciendo hincapié en que “obviamente quiero ese reencuentro, volver a abrazarla, darle un beso a mi mamá. Yo quiero estar con ella no más”.
La detención de su hermano y cómo pudo salir adelante
Sin embargo, hubo una vez que Joe Abrigo estuvo muy cerca de dejar al fútbol: cuando fu echado de Unión Española con 15 años.
“A los 15 años, cuando me echaron de Unión Española, no quería jugar más a la pelota. Empecé a salir a la calle, estaba siempre con amigos y luego vi que ellos comenzaron a irse presos, a irse a cárceles de menores, y fui quedándome solo”, agregó.
“Pero lo que realmente me hizo cambiar fue ver a mi hermano en la cárcel de menores. Eso me pegó, porque era mi hermano chico. Dormíamos en la misma cama con él y de un día a otro no tenerlo, creo que eso fue fuerte”, puntualizó.
Finalmente, junto con remarcar que espera un futuro mejor y vida diferente para sus hijos, Abrigo sostuvo que “el fútbol me sacó de todo lo malo, me libró de todo y me hizo ser una mejor persona, porque la formación en el fútbol te da muchos valores. Me dio otro estilo de vida”.
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