

Presidenciales

Por Nelson Retamales Tirado
Hay ya, varios candidatos que, se sabe, estarán en la papeleta de noviembre porque son patrocinados por un partido político -y talvez, dos de ellos avancen a segunda vuelta en diciembre- y otros que, con esfuerzo intentan reunir las firmas necesarias, para estarlo aunque, apelando a la “realidad real”, ninguno tendrá la posibilidad de diciembre pues, recurriendo a la objetividad de los hechos, solo tres se vislumbran como futuros mandatarios y, como alguien dijo por ahí, no da lo mismo quien sea el elegido. En resumen, serían Jara, Matthei y Kast
Pareciera que, por mucho optimismo que haya en los contrincantes, se ve casi indubitado que la segunda vuelta será entre un gobiernista y un opositor, aunque no se ve lejana la posibilidad -para los más optimistas- que sean dos opositores, si se cuentan los descuelgues expresos y otros muchos tácitos, en las fuerzas oficialistas de las que llegaron a darle sustento al gobierno.
Las matemáticas y la música son los dos únicos idiomas que se pueden hablar en todo el universo, aún en galaxias que nazcan y, las matemáticas no mienten, ya que es sólo cuestión de sumar y restar y, lo demás, es sólo música.
La ventaja del mentado candidato único se diluye, más bien se desmorona ante la realidad de los números, pues, como en las profesiones, podrá haber muchos de una profesión, pero finalmente, sobreviven únicamente los más capaces -o, lamentablemente, los más apitutados- pero, en el aspecto electoral, no se trata de capacidad académica, -o no tendríamos muchas de las autoridades- sino, de la capacidad de atraer votantes y, en esto, está claro que, luego de un gobierno que no ha sido el más fructífero, que apoyó con todo un cambio constitucional que sustraía la Nación a sus habitantes, que dejará un legado más bien mezquino, no tendrá demasiadas expectativas de continuar.
Pero, como en política ocurre a menudo, intentan pavimentar el camino a uno de ellos para la próxima elección y, en ese caso, con respeto digo que, habría sido más conveniente la ex ministra del interior, por ser más de centro ya que, históricamente, el, pueblo chileno nunca le ha otorgado más de un 10% a los partidos de izquierda radical y si entendemos que hay dos, su techo sería un 20% y llegaríamos al 30% con un poco de yapa, contando a los que, siendo democráticos, conviven en el gobierno, lo que explica el casi inamovible apoyo a la actual gestión, que se ronda en el 30%.
Yo no creo mucho en las encuestas porque son, dicen, la foto de un momento determinado, no del momento de la elección real, que será la mejor encuesta, pero en las que se conocen, la candidata oficialista pierde en segunda vuelta con todos sus contendores y eso, considerando que hay empresas de encuestas financiadas por el gobierno, como de seguro habrá también, algunas financiadas por la oposición, obviamente, con resultados un poco maquillados.
Veo ya, a algunos de quienes me leen, acusándome de derechista, pero si reflejar objetivamente lo que ocurre es serlo, bueno, no hay tutía, pero, cuando escribo mis modestas columnas, más allá de mis preferencias personales -que las tengo- trato de hacer un análisis sin sesgo, en el marco de la ciencia política.
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